POR: PEDRO DE LEÓN MOJARRO
Con la puesta en marcha de la evaluación a maestros el pasado fin de semana, la Reforma Educativa es ya un hecho consumado y “no hay marcha atrás”, tal y como lo ha expresado el Secretario de Educación.
Es cierto que la Reforma no se limita a la evaluación, pero también es cierto que a través de este proceso, que busca certificar a los maestros en las competencias mínimas para el ejercicio de su profesión, se sientan las bases para mejorar la calidad de la enseñanza en el país.
La historia de la educación demuestra que el mecanismo principal para garantizar la adecuada preparación en cualquier profesión es la evaluación.
No acabo de entender cuál es motivo por el que algunos se oponen a la evaluación. Negarse a esto equivale a pretender que se eviten los exámenes a los alumnos.
A pesar de los intentos de bloquear la evaluación por parte de la CNTE y la CETEG, 39 mil maestros se presentaron a su evaluación, lo que equivale al 82.7 por ciento de los profesores registrados para esta prueba en todo el país, según los reportes de la propia SEP y del Instituto Nacional de Evaluación Educativa.
La prueba se celebró en 263 sedes de 30 entidades de la República Mexicana, excepto Oaxaca y Michoacán, y se concursaron casi 6 mil cargos de dirección; mil de supervisión, y poco más de 15 mil para desempeñarse como asesores técnico pedagogos.
En Zacatecas, a pesar de la intensa lluvia, los docentes inscritos para la evaluación acudieron al Instituto Tecnológico de Zacatecas, al Instituto Tecnológico de Jerez, al Instituto Tecnológico de Fresnillo y a la Universidad Pedagógica de Zacatecas, instituciones que prestaron sus instalaciones para que ahí se aplicaran los exámenes.
En total, fueron mil 147 los docentes zacatecanos que llevaron a cabo su registro para poder acceder a la evaluación antes mencionada; de dicha cantidad, 681 fueron evaluados el sábado, debido a que aspiran a un puesto de dirección o subdirección, 389 más aspiran a ser supervisores y 77 desean ser asesores técnico-pedagógicos.
Hecho que hay que celebrar, ya que por primera vez, los ascensos que se den en el magisterio serán a través de los resultados obtenidos en la evaluación; atrás quedaron los puestos heredados, la venta de plazas, las adjudicaciones por compadrazgo o por el servicio prestado al sindicato en marchas o toma de instalaciones.
La evaluación del pasado fin de semana fue importante, pero sólo es el primer paso de muchos otros que deben darse para que la educación en México avance.
Hace falta fortalecer la infraestructura educativa de todo el país y lograr una mejor distribución del gasto en el sector, de manera honesta y transparente.
La responsabilidad de contar con una educación de calidad no es solamente de quienes toman las decisiones, sino que es necesaria una mayor participación de maestros y padres de familia.
Que mejore la educación en el país corresponde a toda la sociedad y la evaluación es primordial y estratégica para su desarrollo.
Los invito a visitar mi portal www.pedrodeleon.mx