La escuela no debe dejar de ser un pilar de la sociedad: Jacobo de Luna
Participaron 600 profesores, padres y madres de familia de Tlaltenango, Trinidad García de la Cadena, Teúl de González Ortega, Atolinga, Tepechitlán y Momax
Guadalupe, Zac.- La Secretaría de Educación (SEDUZAC), en coordinación con la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), ofreció a profesores, madres y padres de familia de educación básica del suroeste del Estado la conferencia “La importancia de los valores universales en la vida cotidiana”.
Mediante esta actividad se busca disminuir los actos de violencia escolar, unificar criterios de socialización que posibiliten mejorar las relaciones y sembrar en los planteles una cultura de valores, de tal forma que la amistad, tolerancia, respeto y colaboración sean los que hagan posible una mejor institución.
Antonio Jacobo de Luna, subsecretario de Planeación y Apoyos a la Educación, comentó que la escuela no debe dejar de ser un pilar de la sociedad, por ello, a través de concientización y pláticas con padres de familia, hay que invitarles a observar sus formas de socializar y las de sus hijos.
Estamos seguros, prosiguió, que ésta representa una forma de disuadir algunos actos de violencia que vive el país, así también de motivar a nuestros estudiantes para que desistan de actitudes, comportamientos y conductas que lejos de incrementarles un capital social, lo decrecen y desestiman.
La Unidad de Equidad entre los Géneros de la SEDUZAC promovió las conferencias en escuelas de Tlaltenango de Sánchez Román, Trinidad García de la Cadena, Teúl de González Ortega, Atolinga, Tepechitlán y Momax, a las que asistieron unos 600 profesores, madres y padres de familia.
La conferencia “La importancia de los valores universales en la vida cotidiana”, impartida por Catalina Martínez Granados, coordinadora del Programa de la Niñez y Juventud de la CNDH, centró a la familia como el núcleo donde los alumnos aprender reglas de comportamiento y con las primeras que socializa.
Asimismo, planteó la importancia de que las y los educadores trabajen para implementar y practicar de forma cotidiana, en los espacios donde se desenvuelven, los valores universales de tal forma que puedan educar a través del ejemplo, con una actitud correcta para los demás.