Como ustedes saben, algunos medios de comunicación con evidentes nexos económicos y políticos con el Gobierno de Alejandro Tello han lanzado una serie de cuestionamientos al Crédito Ganadero a la Palabra y al entonces titular de Ganadería del Gobierno Federal.
A la ofensiva también se han sumado el senador José Narro, la Diputada Mirna Maldonado y el alcalde de Zacatecas.
No pienso defender a David Monreal ni al crédito ganadero a la palabra, eso le corresponde a David y al equipo que lo acompañó en la Coordinación General de Ganadería, pero no se vale contar verdades a medias, porqué eso es mentir.
Estos medios y actores políticos han intentado construir una narrativa de fraude usado el convenio celebrado entre el Gobierno Federal y la empresa Industrias A y G S.A. de C.V y el testimonio de 3 ganaderos que se dicen estafados con el programa. Sin embargo, hay algunas partes de la historia que no se conocen.
Primero debemos entender como funciona el programa: básicamente el Gobierno Federal compra vaquillas y sementales, los entrega a pequeños productores a crédito sin pedirles garantía y los ganaderos beneficiados se comprometen a pagar con las primeras crías que le nazcan.
Es en esencia, un programa muy generoso pero con varias dificultades técnicas porque el Gobierno debe comprar las vaquillas, entregarlas de forma directa, darle asistencia técnica a los productores y todo eso, con una dependencia que prácticamente fue desmantelada en los últimos sexenios.
Ahora hablemos de las supuestas irregularidades.
Hablemos primero de los ganaderos supuestamente afectados por el programa Ganadero a la Palabra, los 3 son del municipio de Guadalupe, sin embargo, lo que nunca han dicho los medios de comunicación que le han dado amplia cobertura a esta noticia, es que uno de ellos -José Ismael Frías Raudales- es parte de la estructura priista en el municipio, que antes de su testimonio recibió 50 mil pesos del Gobierno de Zacatecas mediante la partida de ayudas sociales y que fue delegado con Enrique Flores, actual presidente estatal del PRI.
Padrón de beneficiarios de GodeZac http://www.finanzas.gob.mx/contenido/2018/Poder%20ejecutivo%202018/4TO/MONTOS%20PAGADOS%20POR%20AYUDAS%20Y%20SUBSIDIOS.pdf
Ahora hablemos de la empresa Industrias AyG S.A. de C.V. donde funge como administrador Víctor Hugo Calderón, en ese caso, uno de los cuestionamientos es que Víctor Hugo Calderón es pariente de Cuauhtémoc Calderón, operador político de David Monreal y que supuestamente, el domicilio de la empresa ganadera está compartido con el restaurante Kaos, propiedad del exalcalde.
Afortunadamente en Zacatecas todos nos conocemos y es de conocimiento público que Víctor Hugo Calderón es ganadero de toda la vida, con la capacidad técnica y operativa para cumplir un convenio de $50 millones sin mayor problema. También es público que Cuauhtémoc Calderón no mantiene una relación cercana con su familia paterna ¿Entonces? ¿Por qué nada de eso se dice?
La mentira más burda es sobre el domicilio compartido de Industrias AyG y el restaurante KAOS… No se necesita ser un genio para entender que dos domicilios con diferente colonia y código postal son dos domicilios diferentes, pero más aún, cuando el interés es periodístico, ante la duda es más fácil preguntar que especular ¿Porqué no lo hicieron?
Tampoco se ha dicho que la cláusula Octava del convenio entre el Gobierno y la empresa AyG establece que sí la empresa falla en la entrega del ganado, el Gobierno Federal puede requerir la devolución de los recursos sin orden judicial… si la idea era beneficiar a una empresa, ¿por qué le pondrías una cláusula tan desventajosa? Y si fueran ciertas las denuncias, ¿por qué ahora que ya no está David en el Gobierno Federal, no les han hecho efectiva esa cláusula?
Ahora, hablemos en claro. ¿Hubo alguna vaquilla muerta en el crédito ganadero a la palabra? ¡Seguramente sí! Es natural que un programa que en un solo año entregó más de 46 mil animales, debe tener una, dos o tres vaquillas enfermas… estamos hablando de un programa noble y exitoso pero no es perfecto, nada en la vida lo es.
En resumen, un periodista que trabajaba para el Gobierno del Estado hizo una investigación sobre el principal opositor al Gobierno. Esa investigación se basa en testigos vinculados al PRI, que recibieron dinero del Gobierno previo a su testimonio y todo es difundido en medios de comunicación que dependen de los recursos que reciben del Gobierno.
Con todo respeto, eso no puede ser periodismo imparcial, en todo caso es periodismo militante y se vale, sí Gabriel Contreras, Raymundo Cárdenas, Claudia Valdés y Andrés Vera le apuestan a la continuidad del PRI, están en su derecho, pero que lo digan con toda claridad, que dejen de contar verdades a medias porque terminan siendo mentiras que se repiten mil veces.